Alegria de ser abuela

Llego lo que todos deseamos que llegue el verano y principalmente ese mes (Agosto) donde todo el es una

vorágine de ir venir sin cesar para con grandes esfuerzos pecuniarios, y sacrificios sentimentales porque te dan ganas de llorar que la gente en ese mes se quiera aprovechar y todo te lo haga al doble o triple pagar.

Por fin en la playa están esa Playa que les ofrece una colosal estampa de múltiples sombrillas multicolor, y esa arena reflejando los rayos solares pareciendo que en vez de arena son granitos de oro por lo contentos que ellos lucen y relucen para a todos los bañistas con su luz cegadora deslumbrar.

Lo primero que deseo contaros es el júbilo que veo en las abuelas, ya tendré ocasión de contaros otras observaciones. Se las ve pletoritas exultantes ellas llenas de felicidad por que siente que no son trastos arrumbados, que sirven para algo más que ser un entrometido estorbo.
Debo admitir y admito que algunas abuelas no han perdido su encanto y con una gracia que no se puede aguantar ellas saben muy bien lucir su palmito.
Otras abuelas en cambio te dejan pero que muy pensativo pues no podían las pobres casi andar, pero en su función de abuelas, ellas se afanan en sacar energías sabe dios de donde, para estar pendientes de sus nietecitos que no se coman la arena tampoco las velas que le cuelgan y si es la arena les grita con devoción como si estuvieran cantando un Rock

Lindas abuelas también las ves ilusionadas en darse esos potingues que algunos al olerlos los descomponen, con el olor que lleva implícito algún bronceador, pero son presumidas y quieren por el sol ser quemadas y ponerse morenas.Las veo florecer alegres acercándose a las olas con sus nietecitos de la mano llevan sus caras irradian tanto esplendor como una verdadera rosa en flor.

Si es que la receta de la abuela siempre será la mejor
Ale condios y leerme con amor