El poder de la comunicación

A mí variado comportamiento, sobre todo cuando estoy soportando el calor del sol y las calentitas arenas en la playa.

No puedo estar quieto tengo que estar deambulando de un sitio para otro (ojo no es que padezca de híper actividad) es que es una fuerza natural, la que interiormente me incita a meterme y dialogar, con todos los que su ilusión es ponerse solamente morenos y descansar.

Yo me siento afortunado de la cantidad de amigos que he podido hacer con un muy singular cariz, que yo no soy poliglota, y ellos solo hablan unos francés otros alemán y algo de español.

Algunas veces me siento mal de ver lo que estos amigos se esfuerzan para hacerse entender y poderse comunicar, pero es que ellos solo desean que se les hable en español porque desean integrarse en esta sociedad.

Tan sincera amistad es la que logramos cosechar que no dudé en mi casa a ellos homenajear.

que maravilla ellos con su poco español y yo con mi menos de alemán, qué  poder tiene el querer con fuerza ejercer la comunicación, como pasamos una agradable tarde noche, ya  sé que ese día me toca cenar a las seis y media de la  tarde costumbre alemana que debo respetar.

Ellos en su casa no dudan de saber corresponder, aportando una extremada delicadeza, ya que entienden que si conduzco no debo beber, por eso aún en contra de mis deseos vienen me recogen y me traen, por lo cual de la cena puedo disfrutar, sin preocuparme si tomo una copa de más.

Por tal motivo desde este medio quiero dar las gracias a  Herr Leo U, Helga y Sonja.