Me visita mi primo Agamenón un primo
que en olvido lo tenía porque de su pueblo el hombre nunca salía.
El nombrecito tiene historia pues el
padre de nombre le quería llamar Filemón, y la madre decía cada vez que lo veo
me parece más un cuarterón de casquería que un niño de cría
Encantado de verle a los muchos años
como es natural todo se lo quise enseñar, pues era la primera vez que salía de
su pueblo torviscon que de paso bonito si es, y en las alpujarras lo puedes er.
Dice que le gustan los trenes lo llevo
por ese paseo de las delicias que es una delicia pasear, por las profusas
arboledas que tiene a izquierda y derecha, para que vea el museo de los
ferrocarriles y de la ciencia y tecnología.
A cada paso que dábamos el hombre
pobre de él iba temeroso se quedaba mirando a unos y otros, se quitaba la boina
para secarse el sudor.
Le pregunto ¿Agamenón que te pasa
estas sudando? y en verdad hace frío, ¡¡pero quillo!! ¿Tú puedes vivir aquí?
¿Qué pasa? No ves la gente, está loca hablan solos se ríen, creo que deben
estar mal de la azotea, mira mira ese está peleándose pero si nadie le ataca.
Tío esto es el producto de lo que es
la tecnología, como no has salido del pueblo y tampoco tienes televisión, solo
sabes lo que charlas con las los pájaros y con tus mulas. Esas personas que ves
hablando solas están haciendo negocios, y esas otras que ríen se están contando
los chistes que dice él gobierno que nos desgobierna.
Y por donde los oyen por donde va a
ser por el aire y ese aparatito que disimuladamente lo llevan en el oído pues yo
no veo nada, y en mi pueblo, el aire lo único que trae es mucho frío a veces
silba que no veas, hasta mis mulas las tengo que atar del susto que se suelen
llevar.
Por hoy mi tío deja de pasear, pues
dice que cansa más andar en la capital, que en la era trillar.
Agamenón debe volver al pueblo ya.
ResponderEliminarY olvidarse de la locura que hay en las ciudades.
Saludos.
¿Todavía quedan trillas?, pensaban que estaban formando parte de mesas modernistas en la capital.
ResponderEliminarSaludos
Un beso, feliz semana.
ResponderEliminarEs un regalo vivir casi en contacto pero con la naturaleza; pero... No sé si podría vivir ya sin las cosas de las que se disfruta en la ciudad...
ResponderEliminarUn beso.
Está claro que todo es a lo que uno se acostumbra, ¿verdad? Un abrazo
ResponderEliminarJajaa Agamenon que bueno, pensaria como uno que vio mi amigo en el cine que dijo: yi me voy que estan los indios de mala hostia, y Agamenon pensaria estan locos todos. Un abrazo
ResponderEliminarAún puede regresar a la belleza de la naturaleza, antes que se pervierta con la modernidad.
ResponderEliminarUn beso José
Argamenon sabe mucho y escucha a quien tiene que oir
ResponderEliminary encima viene las Alpujarras, belleza de las bellezas¡¡¡
Besos muchos ♥♥♥
Hola, saludos cordiales y feliz Viernes, un gusto pasar por tu gran blog, te invito de forma cordial a que visites el Blog de Boris Estebitan y leas un poema mio titulado “Espera por mi”, seguimos en contacto, estupendo fin de semana. Lo mejor es que vuelva al pueblo, es un lugar mas tranquilo.
ResponderEliminarAunque no soy de pueblo, no te puedes imaginar cómo entiendo a tu primo Agamenón.
ResponderEliminarMadrid me queda un poco grande, tengo la sensación de que nada más salir de casa tienes que ir a todas partes a la carrera.
Corres para cruzar la calle, ya que el semáforo se cierra rápido, sigues corriendo para coger el metro y tropiezas con toda la gente que encuentras a tu paso y que también corren, en fin , mejor el pueblo que te permite ver el cielo estrellado, dormir tranquilo y soñar despierto.
Cariños.
Kasioles