Un
día mis amigos me invitaron a las carreras de caballos en el hipódromo de la
zarzuela de Madrid.
Como
no me gusta desairar a mis amigos acepte la invitación.
Uno
de ellos cuando le pregunto donde trabaja, siempre me contesta igual, donde
corren ríos y cataratas de dinero.
Estábamos
ya sentados en nuestros respectivos asientos, en esto se le acerco un señor el
muy bien vestido con una soberana corbata roja, se dirigió al que dice que
trabaja con ríos y cataratas de dinero, se abrazaron efusivamente, este amigo
nos lo presentó como el señor Bonifacio.Ellos siguieron dialogando hasta que empezó la carrera.
A ese señor Bonifacio me lo encontré con cierta frecuencia Y nos saludábamos un poco de lejos, hasta que un día mi curiosidad pudo más que la ética y le pregunté.
Hola señor Bonifacio ¿cómo es que siempre lleva corbata colora?.
Mira te comento, con esta corbata se creen que soy uno más porque en colorao me suelo explicar.
Tengo muchos amigos los cuales por mi se sienten muy protegidos, no se dan cuenta que las migajas que les doy me las pienso cobrar.
Yo en realidad los compadezco que ellos se sientan tan agradecidos en su euforia sentimental.
Por un lado lo comprendo así pueden con amigos y familias hacerse notar con los pocos chuches que les suelo regalar
No se dan cuenta que yo de ellos me suelo provechar, teniendo grandes beneficios sumergidos sin tener que contabilizar
Que país...
ResponderEliminarDe verdad que está todo podrido.
Saludos.
Al final todo se descubre. Lo que venga después ya es otra cosa.
ResponderEliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Jose , en los años de mi abuelo el de 103 años , a estos se les llamaban "Los usureros" ya que los bancos no se casan con nadie , y la banca nunca pierde , besos de Lm , una entrada muy buena , perdón por la falta .
ResponderEliminarQué pena que siempre haya listillos que abusan de los demás...
ResponderEliminarUn beso.
Sakkarah
Me gustó esta entrada Jose, la economía sumeriída creo que mueve grandes cantidades de dinero.
ResponderEliminarEstuvo muy bien tu entrada.
Un abrazo-
Muy certera, de verdad. Besos.
Muy buena entrada José,siempre habra usureros que se aprovechan del ciudadano,ojala esto acabe ya,besitos mil
ResponderEliminarAún nos queda la peineta, la mantilla y las corridas de toros...pues ya está.
ResponderEliminarBesoooooooooooo
Ya, ya, se lleva mucho eso de dar un dinerillo por detrás, que al fin y al cabo el otro es el que se hace millonario.
ResponderEliminarLo cierto es que se está manejando bastante y más en estos momentos, si al final todo el mundo nada en abundancia.
Buena entrada.
Un abrazo
Muy buena entrada... "No digas nada, es un secreto pero... creo que estamos rodeados de Bonifacios... shushush" jejejeje
ResponderEliminarUn saludo muy bueno...
Querido amigo: ¡Cuántas cosas más nos quedarán por ver!
ResponderEliminarNos pisan y no tenemos más remedio que dejarnos pisar, no hay escapatoria.
El otro día, en la Caixa, al hacer un ingreso en una cuenta del mismo banco, me han cobrado dos euros. Sin comentario.
Me alegro de volver a visitarte, mi ordenador ya funciona.
Cariños.
kasioles
José:
ResponderEliminarAunque solo le quede el rojo de la corbata a la vista, es muy sencillo descubrir que detrás del disfraz y del nombre falso de Bonifacio, se encuentra Satanás.
Muy buena historia, quizá tomada de la realidad.
Saludos cordiales.
Y yo que le pongo cara a ese Bonifacio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así nos tratan, como a pardillos, se nos ríen y nos mienten con muy poca vergüenza
ResponderEliminarUn abrazo amigo Jose
El de la corbata colora es el prototipo de camuflaje, claro que aunque se vista de seda usurero se queda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buena entrada JOSE hay mucho Bonifacios tambien Bonifacias, pero van de seño@s educadisim@s y aprentemente no romper un plato, pero todo tiene un final, solo con un poquito de paciencia. Triste pero cierto. un abrazo
ResponderEliminarDesde luego cada vez que uno entra le haces mover el esqueleto con tu música eh...
ResponderEliminarQuería saludarte.
Lo siento, José. Siento que ésto esté pasando....
ResponderEliminarUN abrazo