Mi palomar libertad le tuve que dar

Yo tenía un palomar con majestuosas palomas, a todas les di libertad, para que pudiesen volar y volar hasta que no pudiesen más.

Que sintieran en su fino plumaje la caricia de la humedad, se mojaran sus suaves plumas con la lluvia torrencial.

Para cuándo saliera el sol con sus rayos las secasen irisándonos de esa gran variedad de color.                                  

Azul rojo amarillento o castaño, colores por su hermoso brillar a nadie hacen daño

Hermosas palomas, tableras se llaman algunas, por ofrecernos con toda la bondad, un parecido tablero de damas, para que todos podamos jugar.

Otras parecen que se encontraron con un gran grafitero malhumorado, las pintadas, tan coquetas ellas, parecen que llevan camisetas   por eso le dicen que son remeras.                                                                                    

Desparramadas, ellas tiene ese don cuando se posan parecen como un huevo desparramado pues todo el suelo con su cuerpo lo dejan tapado

Pero las mas subyugantes esas, que en todos los eventos, en todos los cantos a la paz, al amor, ellas siempre nos prestan su elegante vuelo, su figura de blanco impoluto de pureza y amor

A todas les di libertad para que nadie con ellas se pudiese molestar, no me podía permitir que ninguna amiga o amigo, pudiese con mis palomas sufrir.

Haciendo caso a este duende enojado el cual me ha dicho que he tenido un año muy trabajado, y por mis amigos bien tratado y, en algunos momentos me dice que me he pasado. 

Pues la lealtad es una palabra llena de nobleza y sinceridad, un don que todos debemos con orgullo atesorar y, también gastar y en quien mejor que en mis palomas recuperara   

Debo decidir si me cojo los bártulos y la red, para buscarlas y cazarlas otra vez, pienso y me pregunto ¿Dónde estarán?

Muchos vientos y tormentas tendré que soportar, hasta puede, que me cueste embarcar y, por los mares navegar.

Para una intima amiga que las palomas la asustan.

 Perdonar se me quedo la mitad en el copia y pega