En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Si me río de mi sombra como no lo voy hacer de lo que me asombra

29 de enero de 2010

El faro



El faro ese que alumbraba a todos los que a puerto arribaban

marcándoles la ruta para que no se perdiesen, y también

pudiesen contemplar la maravilla de ese faro ,el cual con su

decoración a todos los cegaba y los llenaba de ilusión.  

Cargados de ilusiones y dejando unos grandes cestos todos ellos

llenos de buenos  pensamientos para que todos pudiesen gozar

reír y llorar con esas cargas que a puerto solían llegar.

La luz del faro se apagó el rumbo a los que no sabemos la

dirección de esos barcos ya no los podremos ver ni saber que es

lo que suelen hacer.

No me imagino a la farera que abandone ese reluciente y

referente faro, el cual para muchos ha sido parada obligatoria

para trovar rimar y poetizar, poniendo  unas notas multicolores

de lo que es disfrutar de la amistad .

Yo el sin techo me quedé sin mi madrina pero sabe ella aunque

desaparezca que la amistad en el corazón se guarda hasta que

deje latir no se debe de olvidar.

7 comentarios:

  1. Muy bonito. Son tantas cosas las que desaparecen que nos daban cobijo y amistad.
    Un abrazo

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  2. :)

    Que sensibilidad tienes.

    Besos Amigo José.

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  3. Me quedé sin faros... por eso me pasa lo que me pasa.

    Saludos.

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  4. Un gran faro, gracias Jose.

    Un beso.

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  5. Bonito faro que nos guia por el buen camino.
    Un beso Jose.

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  6. ¿jose, jose, super-jose?
    ¡Qué bueno, amigo!
    ¡Un fuerte abrazo!
    rafamo

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