Luna
La otra noche
tropecé con
la luna,y la vi
con ese resplandor que en algún momento te ciega y de ilusión te llena el
corazón.
Le digo
alúmbrame siempre el camino del amor, no quiero perderlo y a mi amor causarle
mucho dolor.
Su contestación
me dejo asombrado.
No te hace falta
que y
Amigo José, la luna es bella, luminosa y saabia.
ResponderEliminarPero tiene razón, si en tu corazón brilla el amor, no necesitas el resplandor de la luna.
Un abrazo.
Ambar
Si.
ResponderEliminarLa respuesta està en el propio corazòn.
Besos.
Ay, qué bonito, José! Un hermoso recordatorio de nuestra esencia, que normalmente olvidamos.
ResponderEliminarAbrazos