Desde que se concibe el ser, está recibiendo
ese don, de ser receptor de ilusiones, por las que fue concebido, pues tanto el
emisor como el receptor lo engendraron con una ilusionante pasión de ver crecer
un fruto de verdadero e ilusionante amor.
Son unos valores que crecen y crecen
igual que las personas haciéndose cada vez más mayores.
Pasando por esas bonitas etapas de
inocencia creyéndose que está viviendo entre cuentos hadas, la vida siempre se
la pasa sonriéndose.
Son ilusiones sin maldad solo se piensa
en vivir y disfrutar de todo el amor que te procuran dar.
La persona sigue creciendo y con él sus
ilusiones.
Empieza a tener unas sensaciones y es
que se da cuenta que no puede controlar tantas ilusiones.
Piensa y duda, y si no son ilusiones y
si en verdad son ambiciones, una gran duda que él solo deberá de despejar ya
que nadie le debe de ayudar.
Debe de dar prioridades a ilusiones
generales.
Que ilusión debe de tener una verdadera
atención, la ilusión material, La ilusión espiritual.
La ilusión del amor, La ilusión del
poder o la ilusión del saber, son preguntas que la persona y solo ella se
deberá de responder
La ilusión es el inicio de la creación; sin ella no habrá actos ni hechos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Y también me perdí esta.
ResponderEliminarMenos mal que voy conservando algunas ilusiones,no todas las que suisiera.
Que bellamente lo has escrito.
Un abrazo.
Ambar