En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Si me río de mi sombra como no lo voy hacer de lo que me asombra

16 de abril de 2017

Pablo




Los ángeles también ríen y lloran así nos lo ha demostrado Pablo Ráez.


Otros ángeles a por él han venido para sentarlo seguro al lado de San Pablo.


Se lo ha ganado sentarse con ese otro Pablo, pues su labor y petición a la humanidad ha calado.

Muchas personas de él con agradecimiento se acordarán ya que abrió el camino para que se pudiesen salvar.



Descanse en paz como paz y esperanza has sabido a la población generosamente dar.

5 comentarios:

  1. Por ese Pablo, todos los Pablos y todos nosotros.
    Que la paz llegue y se quede, buena falta hace.
    Hoy he conseguido verte, recien publicado o al menos eso parece.
    De nuevo te deseo una buen tarde de domingo y una mejor semana.
    Abrazos
    Ambar

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  2. Sí, claro que los ángeles rien y lloran, como las personas.

    Feliz tarde, amigo mío.

    Besos enormes.

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  3. Por muchas creencias que puedan o no tenerse, el momento de la pérdida simepre es duro. Que Dios lo tenga en su gloria.

    Un abrazo, José

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  4. no creo en los angeles ya que nunca los vi me gustó tu entrada y me voy feliz

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