Lealtad
amor y sinceridad.
Es
la riqueza que dejó en su esposa amiga y mujer sembrada, Adrián.
En
su día hablé de este buen amigo de sus inquietudes para con los gatos
haciéndole un cariñoso homenaje que decía así.
Los
gatos han quedado huérfanos. Adrián se marchó de viaje donde encontrará la
felicidad permanente.
Seguro
que seguirá haciendo su recorrido, y alimentando a todos los gatos perdidos.
Pero
pidió a su esposa amiga y su mujer que a sus perrita no la abandonase.
La
mujer con más años que matusalén le prometió que no abandonaría su perrita.
Hasta
donde llega la fidelidad, que su esposa podría vivir en un cómodo piso rodeada
de familia y comodidad.
Pero
su perrita no se la podría llevar ya que destrozaría la casa y ella acordándose
de la promesa que le hizo a Adrián su esposo, prefiere vivir sola Y sin tantas
comodidades pero siempre al cuidado de su perrita.
La
perrita ni con mucho dinero se le ha podido salvar, le llegó la hora de
reunirse con su amo.
María
muy afectada, todos los días las cenizas de su perrita las contempla con
lágrimas en los ojos.
María
sigue haciendo el trabajo que antes hacia contenta y alegre acompañando a
Adrian su esposo,son las cuatro de la mañana, se oyen las desvencijadas ruedas
del carrito lleno de comida, y el maullar de los gatos, María sigue con la
tarea que su esposo empezó.
Ay que pena....
ResponderEliminarJo, me he emocionado.
Saludos.
Hola José, es de admirar la labor que muchas personas hacen con los animalitos que nadie quiere,y el ejemplo que nos dejas es muy encomiable. Personalmente me encantan los animales, todos, bueno las serpientes no tanto, prefiero las ratas que son graciosas viendo como se limpian la carita y no mirando su cola ¡jaja!
ResponderEliminar¡Bravo por la mujer de Adrián!
Un gran abrazo amigo mío.
Besos.
ResponderEliminarQue triste José.
ResponderEliminarCuanta emocion.
Un beso
Isa