Sofía
descansó porque La otra Sofía al cielo subió.
Sofía
se debate entre dos sentimientos muy encontrados el dolor y la alegría, ella
fue madre con una gran ilusión, pero el destino lo único que hizo fue llenarla
de pena y dolor.
Sofía
y su marido han llevado esa tristeza durante cuarenta años más o menos, viendo
como esa personita crecía no lloraba tampoco reía y si le daban de comer comía.
Pero
el amor de padres a esa criaturita las veinticuatros horas lo tenía.
Muchos
conocíamos a Sofía y su marido siempre los veíamos Igual, con su tristeza que
no la podían guardar.
Empujando
esa silla con un gran amor pero cada vez más pesada, pues esa niña crecía y
engordaba y ellos decrecían y adelgazaban.
Los
años pasaban y esos padres la alarma se acrecentaba, por que la niña crecía y
ellos las fuerzas día a día decrecían.
Siempre
pensando que será de nuestra querida hija ¿Quién estará las veinticuatro horas
atendiéndola? Esa pregunta cada día les martilleaba el alma y el corazón les
atormentaba.
Vaya.
ResponderEliminarQue duro ha debido ser para todos.
Que descansen y la otra Sofía que descanse en paz.
Saludos.
Una vida durisima para unos padres en esa situacion, aparte de la dureza del dia a dia , estar el pensar que va a ser de ella?
ResponderEliminarQue descanse en paz
Saludos
Conozco casos así es muy sacrificado y martirizarte para los padres que se desviven por seres que dependen absolutamente de ellos por siempre, triste eh interesante escrito querido amigo.
ResponderEliminarUn gran abrazo que tengas una hermosa semana.
He visto tantos casos , como este !. Pero siempre estas criaturas crecen , siendo adorables y adorados. Rodeados de una familia y en especial de unos padres , que a pesar de tan dura circunstancia, las aman y cuidan , con muchísimo amor.
ResponderEliminarBesitossss , dulce amigo, José.
Qué lástima!!! Se me encoge el corazón. Un abrazo.
ResponderEliminarQué lástima!!! Se me encoge el corazón. Un abrazo.
ResponderEliminarPoco más se puede decir, un besoooo grandeee.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
¡Ay José qué pena me dan esos padres!Conozco unos cuantos con esta situación y están preocupados qué le pasará a su hijo cuando ellos falten y una no sabe qué decirles...
ResponderEliminarGracias José
Un abrazo
Cierto, aún en el gran dolor que se encuentren por su pérdida, para ellos habrá sido una liberación, al fin se ha despejado su duda al pensar continuamente que sería de su hija el día que ellos faltasen.
ResponderEliminarTengo una amiga que se hace esa misma pregunta, ha dedicado toda su vida al cuidado de un hijo que necesita muchísima ayuda.
¡Cuántas gracias tenemos que dar a Dios!
Te dejo cariños y mis mejores deseos para que sigas disfrutando de los días de playa.
Kasioles
Paseaba por aqui, y me he parado para felicitarte el fin de semana
ResponderEliminarUn abrazo
Paseaba por aqui, y me he parado para felicitarte el fin de semana
ResponderEliminarUn abrazo
Triste, un beso para ti.
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