La vecina del quinto

                                                             

Tengo una vecina que esta como un tren de gran altura, ya que es de una singular estatura.  

Ella vive en el quinto cada vez que la veo me entran grandes pesares, pues sus andares me recuerdan mis días con los paramilitares.

Ya que sus modales son enérgicamente militares . Siempre su vestimenta se la miro y remiro, rápido puedo ver que ella no puede olvidar,cuando en la mili por quinto (se debe decir quinto para no confundirla con quinta del 57) tuvo que pasar.

No sé cómo se habrá enterado que yo al piano soy muy aficionado.

Me quiere camelar pero cuando la escucho en vez de hablar lo que hace es croar.

Ella desde que me conoce el vestuario ha cambiado no se da cuenta que Michelin siempre está de su lado.

Otras veces un aparatejo al cuello lleva colgado, aunque uno no está documentado en aparatos de viento, la trompeta si la conozco,

parece ser que con una trompeta quiere demostrarme todo su querer.

No le puedo hacer caso, pues mi mujer siempre la trompeta está escuchando.

Algo se está maliciando pues todos los días con ella se está encontrando y creo que las miradas que le echa no son nada buenas.

Pero es que mi vecina se puso a regime y se está poniendo cada día más buena.