La soledad de la edad

Días semanas meses y años Siempre encorvado marcha y a su cayado agarrado, con la cabeza gacha.

Dando un pasito para adelante esperando al otro pasito que se quedó atrás, y así poder avanzar . 

 cuando se cansa en la preimera silla que encuentra poderse sentar.

Al cielo no puede mirar por llevar la cabeza agachada y no poderla levantar.

Las estrellas en la oscuridad de la noche le acompañan alumbrándole para que no se pierda y siga su camino y no deba tropezar. 

No habla tampoco nadie le habla a él sólo sin compañía anda, ya que no tiene con quien platicar. 

Su cara y su mirada son como el espejo de su alma y corazón triste, con la mirada en el suelo para no resbalar  

Seguro que irá repasando la película de su vida cuando era un apuesto joven viviendo placeres alegrías y sin sabores, todos irán desfilando como una película atrasada pero no olvidad, más ahora que sólo disfruta de una forzosa soledad.

Se preguntará que fueron de sus amigos esos que siempre dispuestos estaban para acudir a sus llamadas, y que sabían lo mucho que disfrutarían, estando de jarana toda la noche y el día,