Amor sangre y dolor

No me han matado físicamente pero lo han hecho moralmente me han convertido en un vegetal ya no podré amar.

 Acabo de acompañar a mi José Manuel a su ultima y para siempre nueva morada, no he tenido valor para mirarla, si estaba a su gusto tampoco me ha dicho nada.

Entro en la que era nuestra casa la encuentro fría pues ya no esta quien la llenaba de alegría.

 La recorro en silencio no hay voces nadie me llama ,yo tampoco tengo voz la he perdido porque he perdido lo que en la vida quería con mis cinco sentidos, eso era mi José Manuel mi marido.

 Como una autómata me dirijo al dormitorio lo encuentro vació nunca más podré disfrutarlo con el que siempre he querido, pues me lo han arrebatado ¿Por qué Dios mío? Si no se metía con nadie sólo cumplía lo que le decían.

Abro mi armario lo primero que veo ese camisón que con tanta  intención  yo me lo ponía pues de sobra sabia la gran ilusión que a mi José Manuel le hacia siempre  que lo veía.

 Su pantalón cuantas veces lo he planchado con esa atención que la raya fuera perfecta como perfecta era su sonrisa cuando complacido la miraba y remiraba como un niño agradecido.

 Paso a mi cocina lo primero que veo ese juego de tú y yo  el cual cuando me casé mi prima me lo regaló.

 Cuantos pensamientos se me agolpan en un momento tomábamos nuestro aromático café entre risas y bromas de todo lo que nos ocurría.

 Ya no lo usaré por que un desalmado mi marido José Manuel

 me lo ha arrebatado y con el nunca  yo lo utilizaré